Más allá del "no abrir mensajes": El caso Agua Marina y la cruda realidad de la extorsión frente a la carencia de Políticas Tecnológicas de Seguridad

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La presidenta Dina Boluarte instó a los transportistas y a la población en general a no abrir mensajes de extorsión que reciban a través de WhatsApp, Telegram u otras aplicaciones, y a “no responder a estos mensajes” como una medida de prevención. También solicitó que se denunciara cualquier amenaza recibida. La intención es no dar pie a los extorsionadores, así como preservar evidencias y generar alertas. (Este tipo de advertencias digitales no son recientes y pueden ser útiles).

No obstante, anoche el grupo de cumbia Agua Marina fue víctima de un ataque armado durante un concierto en el Círculo Militar de Chorrillos. Hubo disparos desde detrás del escenario, al menos cinco personas resultaron heridas —incluyendo a músicos y miembros del equipo— y se creó un ambiente de pánico. 

Lo más preocupante es que este ataque sucede en un contexto que ya había sido denunciado: amenazas de extorsión previas al grupo, e incluso audios que alertaban que "ya no estaban asegurando la seguridad", exigiendo “pagos” por sus presentaciones, entre otros. 

Desde la perspectiva de un blog de tecnología, este caso es emblemático. Muestra, de forma trágica, que la extorsión en Perú ha alcanzado niveles donde una simple recomendación de "no interactuar digitalmente" se vuelve dramáticamente insuficiente para proteger a las víctimas. En su momento, la presidenta Boluarte sugirió que ignorar los mensajes de WhatsApp u otras plataformas era la clave para evitar caer en manos de los extorsionadores. Sin embargo, el ataque a Agua Marina revela una realidad más compleja y violenta: la extorsión no siempre se limita al ámbito digital; frecuentemente, es solo el comienzo de una agresión física real.

La Tecnología como Herramienta vs. la Tecnología como Única Solución

En el centro de este análisis existe una distinción fundamental: la tecnología no es una solución mágica que acaba con la delincuencia por sí sola. Más bien, es una herramienta poderosa que, si se emplea de forma inteligente y estratégica, puede convertirse en una aliada eficaz en la lucha contra el crimen.

1. Cuando la "No Interacción" No Funciona: La situación de Agua Marina es un claro ejemplo de cómo la inacción digital no representa un impedimento suficiente contra grupos criminales que operan bajo una lógica de violencia y acción directa. Los extorsionadores no se detienen; si no consiguen su objetivo a través de mensajes, recurren a la amenaza física, al hostigamiento y, como se presentó, al ataque directo.
2. La Necesidad de Inteligencia Tecnológica en la Policía: Aquí es donde se hace más evidente la crítica hacia el enfoque presidencial. La recomendación de "anotar el número y denunciar" es un primer paso, pero si esa denuncia no resulta en una respuesta policial rápida y eficaz, apoyada en tecnología, su impacto es escaso. ¿De qué estamos hablando?

• Análisis Forense Digital: La policía debería tener acceso a equipos especializados y software que les permita rastrear patrones de extorsión, identificar redes criminales y anticipar ataques.
• Vigilancia Tecnológica: Utilizar drones, cámaras de reconocimiento facial y sistemas de monitoreo en áreas críticas podría desincentivar a los delincuentes y proporcionar pruebas sólidas.
• Análisis de Datos: Integración de información sobre denuncias, reportes de actividades inusuales en redes sociales, revisión de llamadas y movimientos financieros, todo utilizando herramientas de big data para mapear la criminalidad y desmantelar organizaciones delictivas.
• Ciberseguridad Activa: No solo esperando a que lleguen las denuncias, sino también investigando de manera activa las plataformas donde se agrupan estos grupos criminales.

Asumimos que la policía tiene sus métodos para proteger a la población y naturalmente es la indicada a establecer dichas políticas de seguridad, sin embargo, la población no siente ni ve los resultados sino todo lo contrario.

La Falta de Especialistas y Estrategias de Seguridad Eficaces

El evento de Agua Marina, junto con el aumento de la inseguridad, cuestiona la gestión del Ministerio del Interior y, por consecuencia, las decisiones del gobierno en relación con la seguridad. La opinión general, reforzada por este desafortunado acontecimiento, es que el gobierno no cuenta con expertos que tengan una perspectiva moderna y estratégica para incorporar la tecnología en políticas de seguridad pública efectivas.

No se trata únicamente de proporcionar a la policía con dispositivos tecnológicos, sino de crear una doctrina de seguridad que enfatice la inteligencia tecnológica, la prevención a través de vigilancia avanzada y la respuesta rápida y efectiva, usando todas las herramientas digitales disponibles. Si los extorsionadores utilizan WhatsApp y Telegram para coordinar sus actividades delictivas, el Estado debe adelantarse, implementando tecnología más avanzada para desmantelar esas redes.

Más Allá de la Política: La Importancia de la Tecnología

Aunque este blog no se centra en política, es evidente que la crisis de seguridad tiene grandes repercusiones en la gobernabilidad, incluso se menciona la posibilidad de vacancia presidencial debido a la ineficacia para mantener el orden. No obstante, nuestro enfoque sigue siendo la tecnología: el caso de Agua Marina nos obliga a concluir que las políticas de seguridad no pueden ignorar la realidad digital. La delincuencia ha evolucionado; por lo tanto, las respuestas del Estado también deben adaptarse, y la tecnología es fundamental para esta transformación.

Es el momento de demandar a nuestras autoridades no solo “consejos” sobre cómo protegerse, sino una estrategia integral que muestre cómo la tecnología, correctamente implementada y gestionada por expertos competentes, puede ser esencial para recuperar la seguridad y la tranquilidad que los ciudadanos tanto desean, y que el sector de transporte y el artístico necesitan urgentemente.