¡Descubre el Prysmian Monna Lisa: El Gigante que Conecta el Mundo Submarino!

 

En el mundo digital, la conectividad a nivel global es esencial, y detrás de cada clic, transmisión o videollamada, existe una extensa red de cables submarinos que lo permite. Te presentamos al Prysmian Monna Lisa, el buque cableador más avanzado a nivel mundial, una extraordinaria obra de la ingeniería marítima que está transformando la forma en que se comunican los continentes.

Una Obra Maestra de la Ingeniería y su Capacidad:

El Monna Lisa, parte de la flota de la empresa multinacional de Milán Prysmian, es un navío monumental, creado con un objetivo específico: instalar y enterrar cables submarinos a profundidades impresionantes de hasta 3. 000 metros. Con una longitud de 171 metros, este gigante puede transportar dos bobinas de cable con una carga total de 17. 000 toneladas, lo cual es un récord para este tipo de buque. Esto le permite realizar instalaciones de cable a distancias muy largas sin necesidad de recargas frecuentes.

Tecnología Avanzada para Precisión Extrema:

Lo que realmente distingue al Monna Lisa es su tecnología innovadora. Utiliza un enfoque simultáneo para el tendido y enterramiento de cables. ¿Cómo lo consigue? Utiliza un "Hydroplow" que forma una zanja de dos a tres metros de profundidad en el fondo del océano, donde se coloca el cable y luego resulta cubierto naturalmente por el sedimento para su resguardo. Para lechos marinos más resistentes, el buque cuenta con robots excavadores especializados.

La precisión es crucial en la instalación de cables submarinos, y el Monna Lisa cumple con las expectativas. Es un buque DP3, lo que implica que tiene el sistema de posicionamiento dinámico más sofisticado. Este sistema garantiza que el buque mantenga su ubicación con precisión milimétrica, incluso en caso de fallos mecánicos, eléctricos o de software. Además, dispone de un sistema de amarre de ocho puntos para mayor estabilidad.

Compromiso con la Sostenibilidad:

El Prysmian Monna Lisa no solo se destaca por su capacidad y tecnología, sino también por su compromiso con el medio ambiente. Está equipado con un banco de baterías de 3 MWh, el doble de la capacidad de su barco hermano, el Leonardo da Vinci. También cuenta con un sistema de conexión a tierra de alta tensión, que permite eliminar las emisiones de CO2 durante ciertos momentos de navegación y operación en puertos. La habilidad de sus generadores para usar biodiésel refuerza su dedicación a la eficiencia operativa y a la protección del entorno. Su diseño, basado en la plataforma VARD 9 04, se enfoca en la eficiencia, la precisión y la fiabilidad, mientras que disminuye las emisiones de CO2 al poder realizar tres acciones a la vez (excavar, tender y enterrar el cable) en un solo viaje, reduciendo la necesidad de embarcaciones auxiliares.

Reconocimientos y Operaciones:

La innovación y calidad del Prysmian Monna Lisa han sido notadas. Recibió el título de "Buque del Año 2025" en Noruega, un premio anual que otorga la revista Skipsrevyen para reconocer lo mejor en diseño y construcción naval del país.

Con capacidad para 120 miembros de la tripulación y un rango operativo de 90 días continuos, el Monna Lisa puede alcanzar hasta 16 nudos de velocidad máxima. Desde abril de este año, el barco ha estado operativo, instalando cables en la costa este de Estados Unidos. Su incorporación, que representa una inversión de 240 millones de euros por parte de Prysmian, amplía la flota de la empresa a seis barcos, lo cual es un avance importante para acelerar la transición energética mundial mediante la creación de infraestructuras clave para la energía renovable.

El Prysmian Monna Lisa es más que un simple buque; es un componente esencial para edificar la infraestructura digital y energética del futuro, conectando diferentes continentes y promoviendo un mundo más conectado y sostenible.

Conclusión

El Monna Lisa no es simplemente un barco, sino una maravilla de la ingeniería marítima contemporánea, que está definiendo el futuro de la conexión bajo el agua. Gracias a su habilidad para operar en las zonas más inaccesibles del mar, este gigante tecnológico está creando las conexiones invisibles que apoyarán el intercambio de energía y datos del siglo XXI.

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